El fallo de Amazon Web Services (AWS) se originó en varios servicios de la región US-EAST-1, una de las más importantes de AWS, ubicada en Virginia, EEUU.
Entre los servicios y aplicaciones impactados se encuentran Fortnite, Roblox, Snapchat, Duolingo, Zoom, Canva, Alexa, Prime Video, Epic Games Store, así como plataformas bancarias como BBVA, CaixaBank, Santander y sistemas de pagos como VISA y Venmo.
Muchas webs y aplicaciones de distintas regiones, especialmente en EE. UU. y Latinoamérica, sufrieron intermitencias o quedaron inaccesibles.
Para resolver la situación, AWS ha movilizado todos sus recursos técnicos para restaurar los servicios afectados, trabajando en aislar el origen del problema y reestablecer la conectividad.
El problema ha alcanzado una solución que se desconoce si ya fue completado al 100%.
Siempre el Plan B
La lección principal que deja este incidente es la demostración de la alta interdependencia y vulnerabilidad de la infraestructura digital global, que depende de un reducido número de grandes proveedores de nube.
Marcas y personas deben priorizar la resiliencia, diversificar proveedores y preparar estrategias de contingencia para minimizar el impacto ante fallos tecnológicos masivos.
La confianza en la continuidad del servicio requiere enfoques proactivos para la gestión del riesgo digital y la infraestructura distribuida.