A pesar de enfrentar una situación económica apremiante, el consumidor venezolano demuestra un compromiso inquebrantable con la conectividad.
Los datos analizados nos permiten trazar un perfil de este consumidor en 2025: un usuario intensivo y móvil, profundamente influenciado por la calidad de su conexión y altamente selectivo en sus transacciones y adopción tecnológica.
1. El Consumidor: Intensidad digital como estilo de vida
El consumidor digital venezolano se define por la intensidad de su uso. Un dato clave es que casi un 40% de los usuarios declara pasar más de 6 horas conectado al día.
Si recalculamos esto excluyendo las horas de sueño, estamos hablando de que dedican cerca de un tercio de su tiempo a estar conectados, lo que los convierte en consumidores hipersonalistas.
Sin embargo, esta conexión intensa se ve limitada por una “brecha digital lógica”.
La preocupación principal ya no es si se tiene o no acceso a internet, sino si el internet que se tiene es “bueno” o “malo”, lo cual está intrínsecamente correlacionado con el poder adquisitivo y la zona geográfica de residencia.
2. El ecosistema móvil y las brechas de dispositivos
El smartphone es el dispositivo dominante, con una penetración a la par de la región.
Los venezolanos realizan un gran esfuerzo para tener un dispositivo que les permita conectarse a la red y usar aplicaciones.
No obstante, existe una brecha negativa significativa en la adopción de otros dispositivos en comparación con el resto de Latinoamérica, lo que limita el contexto de conexión del usuario:
- Laptops: Brecha negativa de 16 puntos conceptuales.
- Smart TV: Brecha de 10 puntos conceptuales.
- Tabletas: Brecha de 8 puntos conceptuales.
Esta falta de diversidad de hardware refuerza la posición central del móvil en la experiencia digital.
Además, la satisfacción del usuario está ligada a la velocidad que percibe, siendo un mensaje claro para los operadores: mientras más rápido esté conectada la gente, más contenta va a estar.
3. Cautela en transacciones y el poder de la confianza
La madurez de la experiencia digital ha hecho que el uso de internet se enfoque en la funcionalidad, incluyendo la comunicación, la socialización, las transacciones y el crecimiento personal.
A pesar de esto, el uso transaccional en Venezuela ha experimentado un retroceso en los últimos años, con una brecha de 15 puntos respecto a la región, vinculada estrechamente a la situación económica.
En este contexto, la confianza es la moneda de intercambio digital.
- Prioridad del comprador: Quienes ya compran en línea consideran la seguridad de los datos (tarjetas de crédito e información personal) como lo más importante.
- Miedo y desconfianza: La desconfianza involucra múltiples aristas, como la calidad del producto recibido, el cumplimiento en la entrega y la seguridad financiera.
- El rol de la prueba social: La gente está usando la red para informarse antes de comprar y se apoya cada vez más en la prueba social (reseñas, testimonios).
- Los marketplaces son vistos como el lugar más seguro para comprar en internet, similar a cómo los centros comerciales eran vistos en épocas de alta inseguridad.
4. La Segmentación en la adopción de Inteligencia Artificial (IA)
La IA se está integrando rápidamente en la vida del consumidor digital venezolano, siendo los chargens generativos el uso más importante.
La adopción, sin embargo, es desigual y segmentada:
Segmento ClavePerfil y MotivaciónConfianza y UsoCompradores Inteligentes (Generaciones X y Boomerstardíos) Buscan productividad y la mejor relación precio-valor.
Uso selectivo para comparar y evaluar ofertas, buscando decidir rápido y ahorrar. Confianza mediana y uso con reserva.Self-Starters(Principalmente Millennials)Entusiastas de la IA que la usan para el crecimiento personal y profesional.
Les preocupa la calidad de la información, el sesgo y los algoritmos. Usan la IA para aprender y resolver preguntas complejas.
En general, el uso inicial de la IA es instrumental y funcional; se utiliza para buscar información o resumir textos, actuando como un “motor de búsqueda más eficiente”.
El consumidor también demanda control y responsabilidad en el uso de esta tecnología. La principal preocupación es la privacidad de la información y la desinformación.
De hecho, el 75% de las personas considera que es necesario regular la IA.
La importancia de la empatía digital
Para los negocios, el perfil del consumidor 2025 exige una empatía digital.
Es fundamental entender el contexto de conexión del cliente—con qué dispositivo se conecta, dónde y con qué calidad—para poder diseñar experiencias digitales que sean pertinentes a su realidad.
Los procesos de compra se vuelven “tibios”, integrando los canales físicos y digitales.
El éxito radica en ampliar y utilizar la presencia digital, asegurando la visibilidad (ser una marca “searchable” más allá del SEO tradicional) y gestionando activamente la reputación para fortalecer la prueba social.

